El polen de gramíneas procede de una gran diversidad de especies que crecen en un amplio rango de ambientes tanto urbanos y periurbanas como naturales. Aunque cada especie posee unas características específicas de hábitat, la contribución a la concentración de polen atmosférico es diferente, pero además, también es diferente el momento en el cual se produce la floración, así como el carácter alergénico del grano de polen de cada una de ellas.
Nuestro equipo aporta un valor añadido a los datos de las concentraciones de polen recogidos en la atmósfera, la interpretación botánica. El trabajo de campo del seguimiento de la floración de las distintas especies de gramíneas dentro y fuera de las ciudades, permite conocer con exactitud que especies son las responsables de los elevados niveles de concentración de polen observados sobre todo entre los meses de mayo y junio.
En Castilla-La Mancha, las gramíneas que florecen con antelación, en los meses de marzo y abril, están relacionadas con ambientes urbanos como cebadillas y avenas silvestres (géneros Bromus, Hordeum y Avena, entre otros), y los cultivos de cereal. Sin embargo, las especies de mayor producción de polen y mayor alergenicidad son las gramíneas de floración tardía, meses de mayo, junio (julio en territorios elevados), frecuentes tanto en ambientes periurbanos como formando parte de la vegetación natural (géneros Lolium, Trisetum, Piptatherum, Dactylis, entre otros).